«Decirse en la temperatura de las separaciones (y el encuentro) es la tarea de la poeta, un largo y enigmático cordón umbilical que también nos sostiene».
María Ángeles Pérez López,
sobre Ayes del destierro
«Ayes se despliega como un túnel que empieza profundamente enclaustrado, asfixiado en silencios propios y ajenos pero que va haciéndose camino a través de la incomodidad hasta expandirse, hacia el final, hasta la plenitud ilimitada del cielo que se abre, ligero y puro, como un destello.
(…)
“Yo quería indagar en el silencio femenino, y de repente me encuentro esta tarjeta que cambió por completo la escritura. Descubrí que el silencio masculino también nos pertenece, porque la poesía es, realmente, hermafrodita”, dice».
— Entrevista de Victoria Santos.